Un ejemplo de las muchas especies endémicas del golfo de tribuga.

El “Propró” (Dicranopygium arusisense), guardián de ríos y quebradas en el Golfo de Tribugá

 

Por: Dino Tuberquia Muñoz.  Universidad CES – Medellín

dtuberquia@ces.edu.co

 

Una especie vegetal de singular belleza e importancia, resguarda los ríos y pequeños arroyos que pululan en las selvas del Golfo de Tribugá, en el departamento del Chocó. Se trata de Dicranopygium arusisense, conocida en la zona como “Propró”, especie que crece asociada a las márgenes de las quebradas y que los habitantes locales tradicionalmente usaron para construir techos en ranchos temporales en sus jornadas de trabajo en el monte.

 

El epíteto de la especie, “arusisense”, rinde homenaje a la población de Arusí, corregimiento del municipio de Nuquí (Chocó). Este pequeño poblado de pescadores de descendencia afro-colombiana, se encuentra ubicado entre amplias extensiones de selva pluvial tropical en la región denominada como Cabo Corrientes, al sur del golfo, y donde se resguarda un componente importante de la diversidad florística del país.

Dicranopygium arusisensefue dada a conocer para la ciencia en el año de 1997, conjuntamente con otras tres especies de la familia Cyclanthaceae, un grupo de plantas herbáceas altamente representado en los bosques húmedos de Colombia, y de especial importancia en las lluviosas selvas chocoanas. De estas cuatro especies, tres se conocen únicamente de los bosques del Golfo de Tribugá y su persistencia en el tiempo dependerá de qué tanto se puedan preservar estos valiosos ecosistemas que sirven de refugio y protección, no solo a las ciclantáceas, sino también a numerosas especies de plantas nativas de la región biogeográfica del Chocó. Además, se sabe de al menos otras tres especies de Cyclanthaceae que se encuentran únicamente en esta región de la Costa Pacífica colombiana, y que aún permanecen inéditas para la ciencia.

 

Dicranopygium arusisensees uno ícono de la flora nativa de Colombia, que rinde testimonio del estrecho vínculo entre habitantes locales y los recursos vegetales existentes en sus selvas. Valorar y conservar los recursos biológicos de la zona, es una responsabilidad, no solo de los lugareños, sino de toda la sociedad colombiana.

 

 

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